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15. Performance

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Primer escenario. Abre la boca, grita, al soltar las manos, una idea: introducirse la cruz, escupir a los transeúntes. ¡Protesta!, ¿por qué protesta? ¿Reivindicaciones? Nadie presta atención, nadie ve, sin embargo, grita. Días después, todo indica que le cosieron la boca con una propuesta.  Surgen las actitudes simbólicas, suena el trap, ¿quién fue?, ¿qué pasó?  Clavan el cartel, invitan al público a expresar sus desaciertos. La tranquilidad ha llegado con el soborno en un acto conmemorativo. ¡Respiro!, no hay nada interesante a mí alrededor, como si un agujero negro se los hubiera tragado a todos. Y recrudece el siseo, la intriga, lo adverso, lo inverso, lo izquierdo y derecho. Ahora catalogados por géneros, subgéneros, colores, conductas. Nada me cuadra, aunque a fin de cuentas, el ganador será el primero que llegue a su presa y la devore. Reinicio el reset, la actualización, sin embargo, el panorama vuelve a ser el mismo. Segundo escenario.  Abren las puertas del vagón,

21.Piedras Celtas y Pensamientos Vacíos

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  A mitad del recorrido entre Santiago y Baroña, Aitana menciona la estrecha amistad que comparte con Xulia, la describe como una chica excepcional. Esta cercanía se reflejó cuando llegamos a su casa, donde nos recibió: conversa, cocina, nos ofrece una variedad de dulces, cafés, infusiones y bebidas, y con el transcurrir de la horas repetimos las mismas palabras en el mismo diálogo. ¿Qué escribes? ¿Qué lees? ¿En qué trabajas? ¡Debe ser difícil ser un inmigrante! Me empieza a hastiar tantas preguntas. Igual lo pienso. Quizás soy un existencialista, ya que constantemente evalúo el vacío de la muerte y los resultados de mis entornos. De lo que quizás fui en el pasado al anarcoindividualismo, y de ambos, a la nada.  Tener una juventud en la que tus amigos son mucho mayores que tú arrastra sus pros y sus contras; por una parte, te obliga a reflexionar más rápido, y por otra, llega el momento en que tienes que verlos predicar, enfermar y morir. Muchos ya están locos; el resto son juiciosos p

20. Cincuenta

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Saco un pie de la cama y al doblar la rodilla, escucho una serie interminable de crujidos y chasquidos provenientes de todas las articulaciones del cuerpo. Lo primero que veo al ponerme de pie ante el espejo es que una parte de mi cabello espeso y oscuro empieza a abandonar mi cabeza sin previo aviso. No obstante, suspiro, me impulso a través de los días estudiando los esfuerzos, los cobros paulatinos del pasado ante los exabruptos que no parecían exabruptos. Claro, por eso, un poco de resaca, me temo. Sin embargo, insisto y me voy con Aitana. Y es que no hay forma de dejar de hacer el ridículo, "ya no puedo disimular el aspecto trasnochado, ya no puedo erguir completamente la columna vertebral", el impacto de aquel golpe en la cervical me produce extraños vaivenes, y los vecinos lo saben, y los amigos de mis vecinos lo saben; el barrio entero baja la cabeza ante mi paso, pensando que será la última vez que realizaré ese recorrido que ya tantas veces he hecho a lo

19. Lo que más te guste

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" Colores pasteles, un paisaje de profundo recorrido visual. ¡Ya sabes! La niña en el columpio, la casita de madera, la Europa de los años treinta, el tren a vapor y toda la parafernalia trágico-romántica que tanto gusta. También tenemos vampiros, hechiceros, magos y pequeñajos con poderes sobrenaturales. Para los más sádicos: asesinos en serie, la misteriosa cabaña del bosque, la niña de cabello largo a la que nunca se le ve el rostro y las disecciones en directo. Personalmente, me inclino hacia la primera propuesta. El efecto visual de las reminiscencias nos lleva a esa parte de la infancia en la que existió un deseo incumplido y surge una profunda melancolía. No te preocupes por las noticias, en el "plató seis" ya están preparando los informativos. Abogarán por los derechos humanos, los mismos que financian las masacres. En orden, irán terremotos, ciclones e informes de desabastecimiento. Una vez concluido el telediario, decidiremos si hacer llorar a los t

18. Ward's Island

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Las deliberaciones comenzaron mucho antes del 20 de diciembre de 1999, que fue cuando me di cuenta de que mi desesperación por viajar era insostenible. Pero el 20 de diciembre es la fecha que recuerdo. Ese día yo cumplía veintiséis años y también fue el día en que llamó J.C.A para proponerme viajar a Tampa Bay. Siempre había tenido aquella inquietud de conocer mundo, de ir a los lugares más emblemáticos, pero hasta aquel momento no había sido capaz de tomar la decisión. La idea de Nueva York contribuyó a generar el impulso. La Florida fue un gran paso, el primero. Luego las idas y vueltas, luego los recordatorios. Devolverse hasta la infancia, del presente al pasado, del presente a la idea de futuro y viceversa hasta emprender la aventura. A medio camino hay cientos de anécdotas; alegrías, desilusiones, nostalgias peligrosas. Fue así, como conocí a varias personas del camino con las que, en circunstancias normales, no habría tenido contacto jamás. De vez en cuan

17. 553 kilómetros

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Como me imaginaba, llegué hasta el extremo de la insistencia. La última vez encontré unas cuantas excusas para volver a fallar y pensé que no habría otra oportunidad. Ahora llega. Sin embargo, hoy me he dado cuenta de que he traspasado ese punto. Que en este nuevo viaje estoy realmente solo y la ilusión ha muerto. En el territorio exclusivo de mis ideas, los que hoy me circundan sobran y yo sobro para ellos. Lo cierto es que no busco ni propongo verdades. Considero, desde hace mucho, que alguien está sobredeterminado por su intuición. El tiempo que persiste en el mismo lugar, lejos de vertebrarse como un espacio de orden y cambio, es una jungla que amenaza con la nostalgia del pasado y con la rutina del presente. Con las mismas palabras y las mismas acciones. La incertidumbre me llama. El riesgo siempre inaugura el día cuando rompes la más larga de las pausas. La paradójica certeza de la inseguridad. Sumergido en el magma del no saber, ajeno por completo a toda regularidad,

16. Las voces del no

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¿Ves la puerta? "Puedes entrar o salir a la hora que tú quieras, sin embargo, si lo haces, habrá consecuencias"... Allí estaba él, en una habitación de 4 x 3. Sobre un puf abierto que también funcionaba como colchón, marcaba cada día en un calendario con una "X" hecha con un rotulador. Ya había sumado 2556 "X" en total. "Si sales, está bien, pero no hay nada atractivo fuera"... Es peligroso, contraproducente. Si sales, está bien, pero ya has gastado desproporcionadamente en una, en dos, en tres ocasiones, y esta última... cantidades que... déjame decirte, preguntarte: ¿No crees que es mejor no salir, no hablar, no moverse? Antes de responderme, déjame continuar: si sales, está bien, sabes que yo no soy quien decide, pero ten presente que sé que mientes, que no harás lo que dices que harás... lo sabes. Puedes entrar o salir a la hora que tú quieras, sin embargo, no obstante... algo corre peligro... podrías perderlo todo, aunque no teng

14. La cuenta atrás

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Desde el virus y el confinamiento hasta el efecto de la vacuna, desde el efecto de la vacuna hasta el botón nuclear. La anticipación de las exigencias de un futuro conflicto requiere una comprensión de la continuidad de la naturaleza de la guerra, los avances tecnológicos y los cambios en la orientación. Mientras todos enloquecen, intento pensar en el paraíso. La imaginación figurativa de la masa me asquea, es tan activa y susceptible de ser estúpidamente manipulada. Mi fantasía, hasta cierto punto, se encuentra en la posición de la durmiente cuya razón, temporalmente suspendida, me espera. Nuestra ilusión nos permitiría experimentar cualquier tipo de placer. Saldríamos, y al vernos fuera, despertaríamos y localizaríamos una salida. Al ser solamente capaces de soñar, se multiplican las ilusiones y nos repetimos telepáticamente. Así son los tiempos y sus paralelismos. Destruyo mis ojos, me ciego de manera que se borre este espacio y formemos otros. Lleva una bomba. Sus tejid