18. Ward's Island

Las deliberaciones comenzaron mucho antes del 20 de diciembre de 1999, que fue cuando me di cuenta de que mi desesperación por viajar era insostenible. Pero el 20 de diciembre es la fecha que recuerdo.

Ese día yo cumplía veintiséis años y también fue el día en que llamó J.C.A para proponerme viajar a Tampa Bay.

Siempre había tenido aquella inquietud de conocer mundo, de ir a los lugares más emblemáticos, pero hasta aquel momento no había sido capaz de tomar la decisión.

La idea de Nueva York contribuyó a generar el impulso. La Florida fue un gran paso, el primero. Luego las idas y vueltas, luego los recordatorios. Devolverse hasta la infancia, del presente al pasado, del presente a la idea de futuro y viceversa hasta emprender la aventura.



A medio camino hay cientos de anécdotas; alegrías, desilusiones, nostalgias peligrosas.

Fue así, como conocí a varias personas del camino con las que, en circunstancias normales, no habría tenido contacto jamás. De vez en cuando —mientras predomine la hazaña existirá esta posibilidad, solo es necesario permanecer en la intemperie en una búsqueda perpetua—.

Y es que siempre sueño, muchas veces, cuando lo hago, me despierto sobresaltado. Entonces vuelvo a acostarme y, mientras espero a que mi corazón se estabilice, me pongo a meditar sobre el inusitado poder mágico del deseo.

Sin embargo, el riesgo también atrae horribles sedimentos, lo que resulta aún más atroz porque esos instantes, sin haberlos vivido, también se vuelven realidad y es allí donde Wards Island toma relevancia.



Lo que vislumbraba a través del vidrio de la noche cobra una dimensión sobrehumana. El camino, las personas parecen rodeadas de un halo. Estoy dentro de mi propia pesadilla: si no lo logro, llegará tarde el sueño, o simplemente no llegará.

Hago un llamado, pero nadie acude, he de intentar librarme del primer y gran escollo…

En ese punto mi propia queja me despierta y me percato. Es una escena real y no la mera ensoñación en el cerebro de un niño.


Notas de autor pertenecientes al libro Ward's Island, de J.C. Vásquez.

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